Hace unos días participé de una formación acerca de las herramientas para el futuro, y me quedó resonando entre otras cosas, el concepto del pensamiento lineal que tiene el ser humano, y cómo debemos adaptarlo a este actual presente tecnológico donde el avance, los descubrimientos, y los cambios cumplen más con una traza exponencial.

El ser humano desde sus orígenes está acostumbrado a pensar linealmente, y acá como ejemplo comparto el comunmente usado: Si yo sé que avanzo 1 metro cada paso y quiero avanzar 30 metros, sé que tengo que dar 30 pasos. Cuando haya avanzado 6, sabré que ya hice 6 metros y me faltan aún otros 24 pasos iguales para alcanzar mi propósito.

Hoy nos encontramos en un momento de cambios exponenciales, con un cerebro que viene acostumbrado a pensar linealmente. Solemos decir, si en el pasado me sucedió tal cosa, entonces es probable que el futuro sea así. O como a mi me funcionó esto antes, me va a funcionar ahora.

Entonces, estamos realmente frente a un desafío que es, cómo usar un cerebro lineal, para estos cambios exponenciales que ya estamos viviendo.

Para entender a qué me refiero cuando digo exponencial, te doy este ejemplo claro (aunque metafórico). Antes dije que un avance lineal es por ejemplo, cuando damos un paso y avanzamos 1 metro, y con el paso 10 habremos avanzado 10 metros. Pues si nuestro avance es exponencial, avanzaría con el primer paso, 1 metro; con el segundo el doble del anterior, osea 2 metros; con el tercero el doble del anterior, osea 4 metros; con el siguiente el doble, que es 8 y así, 16, 32. ¿Querés saber a qué distancia vas a estar luego de 30 pasos? Primero tratá de adivinar y luego hacé la cuenta. Te vas a sorprender.

El último tramo de los 30, es en el que más distancia, aprendizaje, o cambio habrá a comparación de los anteriores que parecerán insignificantes.

Un concepto interesante es planear estratégicamente el futuro (propio, de mi proyecto, o empresa), como hacen los jugadores que lanzan la pelota hacia una dirección en la que aun no hay nadie, pero para cuando llegue esa pelota al destino, ya también habrá llegado el receptor.

Ejemplos empresariales de estos hay varios (que son los exitosos). Apple, Amazon, Spotify, Uber, Airbnb y más. Ellos no apuntaron a un futuro lineal, sino que apostaron a un crecimiento, y necesidades que si bien no existían, iban a llegar y ellos ya estarían listos para dar respuestas.

Hoy los jóvenes al elegir una carrera para estudiar, se tienen que preguntar si esa tarea para la cual se van a estar preparando 6 años, va a existir cuando se reciban. Y para planear un emprendimiento es clave tener presentes esta evolución de la ciencia y tecnología en la que hoy ya estamos y aun no somos conscientes. Realmente se pone en juego el ser observadores distintos de nosotros mismos para poder apuntar hacia la incertidumbre y al mismo tiempo confiar en hacer un buen tiro. La buena noticia es que nosotros somos los que estamos en el juego.

Luis Dartiguelongue